Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son más comunes de lo que imaginamos y la mayoría no tienen síntomas evidentes. Es importante hacerte revisiones periódicas aun teniendo pareja estable.
Las ETS anteriormente se conocían como enfermedades venéreas y pueden estar causadas por el contagio de bacterias, virus, hongos, parásitos y protozoos.
El problema de las ETS es que son muy comunes y gran parte de las personas que las sufren no tienen síntomas. Por eso, es importante hacerse exámenes sin importar si hay sospecha de síntomas de las ETS o no. Sin tratamiento, las enfermedades de transmisión sexual pueden causar serias complicaciones como esterilidad, embarazo extrauterino, cáncer genital u otros. Algunas incluso pueden transmitirse de una mujer embarazada al bebé, ya sea durante el embarazo o al dar a luz, pudiéndole causar graves problemas de salud
La prevención en la ETS es el paso más importante, es por esto que ante sospecha de una práctica sexual de riesgo debes acudir a tu centro sanitario lo antes posible. Por suerte los exámenes para detectarlas son fáciles y rápidos y poco costosos.
Las ETS más comunes son:
Estas infecciones pueden producir una serie de síntomas clínicos que se engloban dentro de los siguientes síndromes:
Vulvovaginitis
Se trata de una inflamación de los genitales externos y de la vagina en la mujer. Generalmente son de causa infecciosa (tricomona, cándida y gardnerella). Se puede manifestar por picor, aumento del flujo o cambio en las características del flujo, escozor o dolor espontáneo o durante la penetración vaginal.
Uretritis
Se caracterizan por la aparición de secreción por la uretra (conducto por donde sale la orina) junto con escozor al orinar. La causa más frecuente es infecciosa.
Existen dos tipos de uretritis según si su origen está producido por el gonococo o no: uretritis gonocócica y no gonocócica.
Cervicitis
Inflamación del cuello del útero en la mujer. Puede ser de causa infecciosa o mecánica por el uso de un dispositivo intrauterino (DIU). Se puede manifestar por alteración del flujo, dolor o sangrado con la penetración vaginal, alteración de la regla, escozor al orinar. De entre los microorganismos que pueden producirla destacan el gonococo y chlamydia trachomatis.
Balanitis
Inflamación del glande. Puede estar producido por hongos
En resumen, si notas:
Debes acudir a tu médico inmediatamente. Sobre todo no trates de automedicarte, debes realizar el tratamiento adecuado con prescripción médica.
Las ETS son las causantes de afecciones a corto y a largo período de tiempo en la salud d ela persona infectada, Y no solo a la persona en sí, sino al resto de personas con contacto estrecho. Es por esto que si sospechas o eres consciente que la práctica sexual no ha sido segura te dirijas a tu hospital de referencia en ETS
El tratamiento de las ETS dependerá del origen: bacterias, virus, parásito
Los antibióticos pueden tratar las ETS causadas por bacterias o parásitos. No existe cura para las ETS causadas por un virus, pero a menudo los medicamentos pueden ayudar con los síntomas y reducir su riesgo de propagar la infección.
El uso correcto de condones de látex reduce en gran medida, pero no elimina por completo, el riesgo de contraer o contagiar una ETS. Si sufres alérgica al látex, puedes usar preservativos de poliuretano. La forma más confiable de evitar una infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Existen vacunas para prevenir el VPH y la hepatitis B.
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